martes, 16 de junio de 2009

Hace tiempo escribí esto:



"No soy bueno haciendo nada. Al menos, no especialmente bueno. En el colegio siempre estuve en la media de los mediocres, nunca fui un gran estudiante ni un gran rebelde, y no creo que ninguno de los profesores se acuerde de mí. Odio las matemáticas como ellas me odian a mí, y, aunque me gusta la Historia, nunca fui capaz de enterarme de qué demonios pasa entre Israel y Palestina, porque tengo una pésima memoria. No sé cocinar, ni entiendo nada de informática. Soy incapaz de instalarme el Emule con sus dichosos servidores, y todo lo más que controlo es el Word y el Messenger. Como demasiada carne porque no sé preparar el pescado, y he comprado lentejas en lata... Nunca he hecho deporte, y no porque no lo haya intentado. Soy torpe con las manos y torpe con los pies, siempre me duele la espalda y no aguanto más de diez metros en carrera continua. Aguanté dos días en natación, y tres en el gimnasio. No soy especialmente guapo, ni especialmente fuerte, no soy especialmente bueno en la cama, ni estoy especialmente dotado. Nunca me han pedido que me quede en ninguno de los trabajos donde hice prácticas, y nadie volvió a llamarme. No soy demasiado atrevido, ni sé bailar muy bien. No sé cantar, ni pintar, ni hacer buenas fotografías, ni tengo ninguna habilidad artística destacable. Nunca gané ningún concurso, ni quedé finalista de nada. Podría decir que soy un mediocre, pero hay un "pero"... Hace tiempo alguien me llamó "poeta".

Escribir. Eso es lo que podría decir que hago especialmente bien. Pero no escribo más que algunos fragmentos que se me escapan en este espacio... El otro día, sin motivo alguno, descubrí por qué. No soportaría abrir los ojos y ver que mi única habilidad no es más que una ilusión, que no hago nada especialmente bien, por eso prefiero esconderlo antes que aceptar la completa derrota."



Hoy, mirando atrás, creo que podría volver a firmar en su práctica totalidad un texto como aquel. Por eso, hoy, pierdo de nuevo la cuenta y reniego de mí para, con dedos temblones, comenzar una nueva batalla...

8 comentarios:

  1. Yo, hoy... comenzaré la batalla de seguirte y leerte.... siempre.....Te quiero mi niño!!!!!!

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  2. Provin se unen al movimiento fan. Eres el number one siendo amable, divertido, cariñoso y transcribiendo testimonios...

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  3. bueno...pero seguro que también sabes amar... con eso llega!

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  4. con tus palabras enseñas toda la grandeza que llevas dentro, nos brindas un momento de felicidad, de pausa en esta vida que llevamos

    lo que se te da bien a ti, es lo más importante, ser buena persona, tener un gran corazón y compartir con nosotros tus palabras... que dicen mucho...

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  5. MAravilloso este texto y esas manos temblonas que van a empezar otra batalla. Estaré picoteando en esta caja de pan duro para senirte mas cerca. Un besote mi niño. Glo

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  6. Magnifico, creo que si sabes hacer algo perfectamene,..... Ser una ventana de vida y expedriencia para las personas que te leen. Cuidate y suerte.

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  7. ole ole y ole, eg que mi tito dra es mu grandeeeeee

    Besos y mas besos

    Siempre tu fan fan :)

    Oscar el fan :)

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  8. ¿Te parece poco "procrear" palabras como tú lo haces?
    Exploro blogs, exploro cuentos y novelas. Es lo único que supe hacer desde peque. Y ayudar a las compañeras que se caían.
    Estudié y estudié. Y un día de verano, sentada en un patio andaluz con mi padre, me miró y me dijo (yo contemplaba ofuscada las nubes que pasaban porque quería ser una de ellas): "Niña, ¿por qué no te dedicas a lo que sabes hacer?". Y yo le dije: "¿Y qué se hacer yo?". Y en tono senequista (como es él), smuy serio, me dijo: "Leer, escribir y estar con gente". Le hice caso y aquí estoy. Y estoy feliz. Hay cosas que irán y vendrán, pero nadie me quitará el cariño de mis alumos de la ong, de Mohammed, Hassam, Erin, Loub, Issam...Y nadie me quitará el 14 de noviembre, cuando publiqué el primer poemario.
    Tú escribes maravillosamente...Dale, dale, dale al ordenador...
    Carmen.

    PD.-¿A que sabes hacer pan con aceite y salecita? Con eso, basta en cualquier lugar del mundo.

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