lunes, 23 de septiembre de 2013
Perspectiva horizontal
Soy un niño que se escapó.
El niño que fui y que ya no soy.
Soy un niño muerto.
Todos lo somos.
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Me pides palabras. Me abrazas y me pides palabras.
No te basta la cartografía que hice de tu espalda.*
Quieres palabras. Y yo te doy silencio.
Casi respondo que tu boca me las robó,
pero hubieran sido excusas.
No te doy mis palabras porque me parece que nacen siendo gigantes
y mueren minúsculas en tu mirada.
*[AQUELLA CARTOGRAFÍA]
"Quiero echar raíces
en la curva de tu espalda
y no pasar nunca más
por esto de echarte de menos.
Avisa si te seco la tierra
que yo despliego mis ramas"
Disparos al aire en la perspectiva de mi cuerpo horizontal.
lunes, 25 de marzo de 2013
La marca
Hay una pequeña marca
justo a la derecha de la curva de tu nariz, bajo las pestañas más
pequeñas, las de abajo, que no puedo dejar de recordar. Y es un poco
absurdo, porque según me contaste, el origen de esa marca es algo
tan poco romántico, tan poco evocador, como la costra de una herida
de varicela que te arrancaste antes de tiempo en tu infancia. Tú y
tu maldita impaciencia...
He olvidado el sabor de
tu saliva, que antes tanto me gustaba. Y casi he olvidado, también,
las veces que discutíamos por aquellas cosas tan tontas, como poner
o no poner cortinas en el salón. Qué más da, si ni siquiera recuerdo hacia dónde
miraban nuestras ventanas.
No tengo claro dónde nos
conocimos, ni quién dijo la primera palabra, ni qué palabra fue. No
recuerdo nuestros tres aniversarios, ni qué me regalaste por mi
cumpleaños, ni qué te regalé. Tengo una cajita llena de detalles a
los que no logro encontrar fecha ni lugar. No sé por qué no te la
llevaste también.
Sigo pensando, y apenas
recuerdo a tus padres, o a esa amiga tan pesada que insistía en ser
mi amiga. No recuerdo nuestra canción, tal vez porque nunca tuvimos
ninguna; o tal vez porque nunca fue nuestra del todo, sólo uno más
de esos trucos con los que tratabas de contagiarme tus gustos…
Pero esa marca,
esa que tienes justo a la derecha de la curva de tu nariz, bajo las
pestañas más pequeñas, no para de venirme a la memoria. Y me
siento estúpido, y vulnerable, porque esa marca sólo aparecía cuando
te reías.
martes, 12 de marzo de 2013
LA TRISTEZA
La tristeza
debe acabar en pico
si no
no se comprende
esa facilidad
para clavarse dentro
muy dentro
sin romper huesos
ni tendones
hasta que ya está dentro
muy dentro
y ya es tarde.
Tarde para no estar triste.
debe acabar en pico
si no
no se comprende
esa facilidad
para clavarse dentro
muy dentro
sin romper huesos
ni tendones
hasta que ya está dentro
muy dentro
y ya es tarde.
Tarde para no estar triste.
miércoles, 23 de enero de 2013
DISFORIA
Disforia
es lo contrario de euforia. Disforia es rechazo, es inconformismo, es
expulsar de dentro hacia fuera. Disforia es gasolina en el incendio.
Son balas para el suicida. Disforia es como una monstruosa tormenta
que pretende borrarlo todo, pero que no logra tocar el suelo. Son
vientos violentos que no arrancan hojas. Es frustración pasiva.
Frustración interior. De la piel hacia dentro, y de los ojos hacia
fuera.
Disforia
es un espejo que no funciona. Un secreto que se llora pero no se
dice. No hay capacidad para soportar el dolor – eso es la euforia
–; el dolor se porta y se rechaza, no se asume. No se le quiere,
aunque se le espera.
Y
todo en silencio.
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