lunes, 23 de mayo de 2011

Mi 'Spanish Revolution'


Para mí, todo comenzó con 'El Roto'. Ya antes había sido testigo de los primeros movimientos. Primero, con escepticismo; luego, con curiosidad; más tarde, con emoción contenida y expectante. Pero, como digo, todo comenzó, para mí, con 'El Roto': con su viñeta, con una frase que me ancló la ilusión en un lugar que había olvidado. Y, a partir de ahí, ya se quedó, creció y revolvió cosas que estaban secas, estancas, vacías. Primero fue eso de 'Democracia Real Ya'. Luego bailó entre un sinfín de acepciones que desde la 'Spanish revolution' al 'Toma la plaza' fueron ganando una a una todas las batallas para convertirse en un grito masivo, bienintencionado, esperado, rotundo y sincero de indignación y hartazgo. Un grito que creció horizontal y ascendió hasta mucho más allá del reloj de una Puerta del Sol sorprendida de que no estuviéramos despidiendo el año. Un grito pronunciado por tantas sensibilidades diferentes como gestos, acciones, intenciones, "solidaridades" se encontraban allí reunidas; de las que fui testigo, de las que me confirmaron que aquello era diferente y único.

Y pasaron muchas cosas. Se dijeron muchas cosas. Se escucharon muchas cosas. Algunas las escuché de cerca, y otras me conformé con intuirlas desde mi silla de todos los días. Y he deseado volver a empezar sólo para vivir todo esto como sólo lo podía vivir hace diez años, cuando el pozo era mucho menos profundo.

Nadie me va a quitar lo que ha pasado. No a mí, al menos. Nadie lo va a convertir en otra cosa. Nadie va a restarle nada, ni va a pintarlo de ningún color, ni va nadie a decirme que no pasó, ni que lo que pasó no era lo que yo creía que pasaba. No a mí, al menos. Ni siquiera a mí, que tal vez sólo fui un oyente avergonzado.

Un 15 de mayo cambió todo. Ahora, cuando el tiempo, el cansancio, la decepción o el peso de lo inconcreto pudiera abrir las vías de la plaza a la rutina o la rendición, es cuando el golpe debe ser más fuerte. Ahora, cuando es mucho más difícil.

No sé qué pasará. Pero sí sé qué pasó, y eso es mucho más de lo que hubiera podido imaginar. Y no estoy hablando de política, por si alguno llevaba cinco párrafos equivocado.